La vida en las aulas (Síntesis)

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La educación en la actualidad es parte fundamental en la vida de los niños y niñas, es tan así que los alumnos pasan más horas en un establecimiento educacional que es sus propias casas, cabe mencionar que la escuela es el lugar en donde los niños y niñas se desarrollan como personas, adquieren nuevos aprendizajes, se les enseña lo que está bien y lo que está mal para convivir con las demás, se establecen normas y reglas que deben ser respetados, viven diferentes experiencias y sensaciones, socializan con sus pares y hasta establecen vínculos afectivos, se introducen en el ambiente escolar familiarizándose con ella, son calificados constantemente mediante exámenes aplicándolos con más frecuencia que en cualquier otro lugar, adquieren conductas ya sean positivas o negativas para la institución, se les castiga o reconoce sus meritos pero lo más importante los introduce al mundo del conocimiento a través de un proceso de adaptación el cual es acelerado significativamente el día en el que ingresan a la escuela.

También hay que aludir a los profesores y profesoras los cuales se podrían denominar como la fuente principal de evaluación en el aula, ya que es la persona que se encarga de evaluar el aprendizaje de cada niño y niña, al mismo tiempo controlando lo que sucede en una sala de clases. Si bien el profesor entrega a cada uno de sus alumnos los aprendizajes esperados y las herramientas necesarias, además es quien delega el tiempo de una actividad o clase y distribuye juiciosamente los recursos dentro del aula, transformando al docente jerárquicamente en el líder quien debe ser respetado según las normas del establecimiento. Todas las acciones del profesor y profesora mencionadas anteriormente están ligadas por un tema en común, responden a la condición de hacinamiento en el aula, esto quiere decir que los docentes diariamente deben enfrentarse a un grupo variable de 20 a 40 estudiantes, quienes son de diferentes sexo, estilos de vida y crianza, quienes adquieren distintas conductas a través del tiempo, los cuales pueden ser contradictorios pues un acto especifico de un alumno quizás sea elogiado por el profesor pero criticado por el resto de la clase o viceversa. Por otro lado el docente  también actúa como regulador para controlar el dialogo en el aula, ya que cuando un estudiante quiere expresar o exponer algo durante la clase, a menudo es tarea del profesor advertirlo e invitarle a formular su comentario, de esta forma el profesor decidirá quién habla y en qué orden evitando el desorden y fomentando el respeto entre alumnos, ya que es común que más de un estudiante quiera participar en el debate o responder alguna pregunta al mismo tiempo. Otra labor del docente es corregir a los alumnos cuando se equivocan en una o más respuestas, puesto que para los estudiantes  es el proveedor del conocimiento, en otras palabras como el dueño de la verdad en cuanto al aprendizaje.

La vida en el aula se compone de distintos factores como el tiempo que determinan las clases, los horarios, la asistencia obligatoria, los acontecimientos importantes y otros que son mas pasajeros pasando al olvido,  las preguntas que no son respondidas por parte del docente por falta de tiempo o atención, las buenas conductas son premiadas y las malas son sancionadas, la paciencia tanto en los docentes como en los alumnos, profesores risueños y otros serios, alumnos comprometidos con el establecimiento y otros no tanto, estudiantes que disfrutan de ir a la escuela y otros que se sienten obligados, alumnos con excelentes, regulares o malas notas, reconocimiento al esfuerzo  o regaños por parte de profesor por violar una norma o regla de la institución, conductas que determinan la reputación de un estudiante frente al docente y sus compañeros y compañeras, profesores que se centran en los buenos aspectos del comportamiento de un alumno pasando por alto los malos o viceversa. De cuanto se ha dicho resulta evidente que aprender a vivir en un aula supone no solo aprender a manejar situaciones en las que se evalúan el trabajo o la conductas propias, sino también aprender a presenciar y en ocasiones a participar en la evaluación de otros.

Asimismo debemos de reconocer que la rigidez de las condiciones explicadas es, hasta cierto punto, función de la tradición social, de la política institucional o educativa. En ciertas escuelas, los horarios cotidianos se siguen de una manera relajada mientras que en otras se aplica una postura más disciplinada. En ciertas aulas, la prohibición de hablar se mantiene casi todo el tiempo mientras que en otras se tolera un constante murmullo. En algunas clases hay treinta o más alumnos mientras  que en otras del mismo nivel solo son veinte o menos. Algunos profesores tardan en percatarse ante una mano alzada, otro responden casi en el acto. Ciertas clases disponen de mucho material didáctico mientras que otras no.

Como se ha indicado muchos de los aspectos de la vida en el aula requiere en el mejor de los casos, paciencia y en el peor, resignación. Cuando el alumno aprender a vivir en la escuela o establecimiento aprende a dejar de lado sus propios deseos a la voluntad del profesor y a subordinar sus propias acciones al bien común. El estudiante aprender a ser paciente y se somete a aceptar las reglas, normas y rutinas en que está inmerso, a tolerar frustraciones mínimas y aceptar planes y políticas de autoridades superiores incluso cuando su racionalidad queda inexplicada a veces.

Hay que enfatizar que la educación en la actualidad ha ido avanzando y que el acceso para un niño o niña al aula, es casi automático, pues hoy en día todos tienen la posibilidad de estudiar, ya sea en una escuela con ciertas características u otras. Pero por otro lado el método de enseñanza aplicada en el aula aun no es suficiente para los estudiantes, ya que busca que todos aprendan de la misma forma y al mismo tiempo, sometiendo las diferencias que tiene cada alumno, pues no todos aprenden de forma igual. Y lo que es deficiente todavía es la importancia que se les da a las notas, más que a la participación o la retroalimentación del aprendizaje, es decir, aun falta aplicar la reflexión en las aulas, por ejemplo: ¿Por qué obtuve esta nota? ¿En qué falle? ¿Qué me falto? ¿Sin embargo que aprendí? Todas estas incógnitas pasan al olvido y no son mencionadas en la sala de clases.

Como futura educadora veo esta combinación de factores en el aula como un desafío, si bien se plantea un currículum oculto y otro oficial, creo que ambos son necesarios para  lograr un equilibrio en la sala de clases. Pero aún falta mucho para mejorar la vida en las aulas, y creo tener las capacidades para lograr una transformación por medio de la innovación y búsqueda de nuevas estrategias de aprendizaje. También veo una necesidad inmensa de reflexionar sobre cómo viven día a día los niños y niñas  en las aulas, pues yo soy estudiante y me sentí muy identificada con el análisis, ya que a veces somos observadores de lo que sucede pero no nos cuestionamos si eso está bien o está mal, o ver las situaciones desde otro punto de vista. Sin embargo la educación es algo tan natural en nosotros que pocas veces la valoramos y por eso mismo no reflexionamos acerca del tema.

Para entender mejor visitar: https://www.youtube.com/watch?v=ybvtSnlglKA&t=25s

Acerca de danielasalgadoweb

Estudiante de Educación Parvularia de la Universidad de Los Lagos, Osorno
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